En los tiempos del Kaisar y en los albores del Imperio, un gobernante se consideraba preparado para ascender al trono si había alcanzado los 17 años de edad. Tras una etapa convulsa bajo el gobierno de Tanray, todo parece saltar por los aires, incluida esa premisa. Así pues y tras la inesperada caída de la emperatriz inmortal, su hija, Listhy Vakko, asciende al trono con solo 15 años. La emperatriz más joven de la historia. Aun así, Listhy goza de la lealtad de importantes generales y asienta las bases de un Ántico nuevo con viejas hambres. Ella instaura la Leggio en sustitución de la Timoria, las legiones de su madre. Borra todo rastro del Ave Fénix, emblema de la terra bruja y fija la Lágrima del Renacer como símbolo de una Ántico castigada, sufridora y  en el ojo del huracán, pero determinada y decidida, en pie tras cada caída, renaciendo siempre. 

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A pesar de su idilio de juventud con un esclavo, Listhy se une a Ilaksan Varnar, soldado de la recién creada Leggio, con quien, sin embargo, no llega a contraer matrimonio jamás. Con él, tiene a sus cuatro vástagos: Axneon, Raoun, Nessalya y Draydas. No son pocas las voces, sin embargo, que aseguran que el menor de los hijos de la emperatriz no es de Ilaksan, sino de Drasean Senathair, general de la Leggio.

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Listhy abandona el trono a los 60 años, tras un largo gobierno de 45 marcados por la muerte de su hijo mayor, su gran apoyo. El campo de batalla acabaría por cobrarse también la vida de sus otros dos vástagos, aunque mucho tiempo después, ya en el ocaso de su gobierno, que llega con una época de oscuridad para Ántico.