La princesa Ladasdir asciende al trono blanco después de que su padre, el rey Yestian, haya enfermado gravemente. Los elfos no sucumben ante la muerte, pero sí padecen dolencias y afecciones que lastran y minan su existencia; muchas veces incurables en esos tiempos antiguos.
Así las cosas, la joven reina debe reunirse con los soberanos del Imperio de la Noche en aras de determinar posiciones ante el complejo equilibrio que allí se vive: terras sometidas al nuevo imperio fundado por la emperatriz Tanray.
Laubrok es el rey brujo de Telasia, una territorio antiguo y modesto en la vasta Noctia, donde su actitud sumisa hacia Ántico, en aras de mantener la paz, no es bien vista, cosa que le ha granjeado muchos enemigos entre su propia gente. Lo que el pueblo no sabe es que su rey mantiene un idilio secreto con Daeryan Vakko, hermano del emperador Hared Vakko, y que este está dispuesto a ayudarlo a tumbar al Imperio, dadas las desavenencias que lo enfrentan al emperador.
La aparición de Ladasdir, sin embargo, dará al traste con todo. ¿Podrá la reina elfa ayudar a Laubrok a contener las intrigas que se gestan en el seno de su reino? ¿Cuál será el precio de ese apoyo? ¿Y el de situar a Daeryan en su contra?
Un corazón roto puede prender una furia irracional.
Una mente rota puede dotarlo de una frialdad asesina.