Después de la inesperada muerte de los emperadores ánticos en la Revolución Oscura iniciada por los nigromantes, Hared Vakko toma el trono a los 25 años en una transición no exenta de controversia. 

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Los problemas con su hermano son constantes y arrastran a Ántico a una situación límite. Posicionado contra su propio imperio, Daeryan Vakko se convierte en una seria e inesperada amenaza a la que se sumarán los elfos y ante la que Hared no titubea, lidiando con ello con maestría y determinación. 

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Durante su gobierno caen invadidas las terras de Sorutz y Kaulas, así como  la de Vieros, poniendo fin a la Revolución Oscura que había acabado con la vida de sus padres. Recuperando la lealtad de su hermano, ante el que se muestra indulgente y bondadoso, se asientan las bases que ponen fin a la amenaza sobre Ántico por parte de los elfos antiguos. Es la primera vez que los reinos de la luz se inmiscuyen en la guerra, apoyando a Telasia, que se convierte en la única pérdida en el particular balance de Hared.

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Así las cosas, contrae matrimonio con Nusa Bewhis, que fallece dejándole un único hijo al emperador ántico del que nada se sabe. La Memorias Dinásticas eluden cualquier mención a él y muchos creen que se trata de algún bastardo fuera del matrimonio al que se trata de hacer pasar por el hijo de su esposa. Poco tiempo después, contrae matrimonio con otra mujer, Arvia Tirall y tiene a su hija Eadni, a la que nombrará emperatriz.

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Abandona el trono a los 50 años tras 25 de convulso gobierno.