THYLIA VAKKO
LA CATARNESA
A nadie le importa cómo, dónde o cuándo nació una emperatriz, de modo que las fechas que recogen las Memorias Dinásticas son las del inicio de su gobierno y su final. El servicio a Ántico.
(Los retratos de las emperatrices y emperadores responden al momento en el que ascendieron al trono. También los de sus cónyuges y los del resto de sus hijos).
1643-1664 4C-1T
Habiendo trazado una buena relación con la amante de su madre, Thylia crece fascinada con la cultura catarnesa y es algo que no esconde en sus atuendos ni en la implantación de ciertas festividades o costumbres que alzan un gran revuelo entre la sociedad ántica. Sin embargo, eso es bien acogido desde Catarno y desde su vecina Domarna.
Su juventud (Thylia asciende al trono con 18 años) y su frescura traen aires de regeneración a Ántico y relajan la crudeza de tiempos anteriores. Thylia no se muestra tan preocupada en la invasión y con la conquista como en el agrado de otras terras hacia Ántico. Se muestra dispuesta a escuchar y tomar en consideración los deseos de terceros, tal y como hizo su madre, pero, atendiendo a las sugerencias de Tanha, la amante de su madre, empieza a mover hilos en las sombras para favorecer unos intereses que van cambiando poco a poco.
La misma juventud que hace que otras terras la vean con buenos ojos, se traduce también en ingenuidad a la hora de dejarse manejar por Tanha, que empieza a adquirir un notable poder en el seno del Imperio ántico.
Thylia conoce a Zafur Genrith siendo aún muy joven, brillante soldado de la Leggio que acabará por convertirse en su esposo y apartarla de la influencia de Tanha, que empieza a traducirse en enfrentamientos entre otras terras ante las que Ántico se presenta como salvadora. Zafur muere en batalla cuando Thylia espera a su tercer hijo; hija, en este caso: Marna. Antes que ella nacen Ottym y Anre, siendo la primera de estas dos la elegida para suceder a su madre.
Thylia protagoniza un gobierno de 21 años y deja el trono a los 39. Las Memorias Dinásticas cuentan que no logra sobreponerse a la muerte de Zafur, mientras otras lenguas añaden que Tanha tiene algo que ver en ello.
La repentina salida de Tanha del Áleon ratifica la desconfianza de la emperatriz en ella y dispara los rumores acerca de la muerte de Zafur, hombre querido por los ánticos y apreciado en la Leggio.