YADA VAKKO
LA NIÑA
A nadie le importa cómo, dónde o cuándo nació una emperatriz, de modo que las fechas que recogen las Memorias Dinásticas son las del inicio de su gobierno y su final. El servicio a Ántico.
(Los retratos de las emperatrices y emperadores responden al momento en el que ascendieron al trono. También los de sus cónyuges y los del resto de sus hijos).
1708-1727 5C-1T
Yada llega al trono con 39 años y un listón muy alto, pese a lo cual la historia la recordará como 'la niña' por su aspecto aniñado. Con el elevado listón que le dejó el gobierno de su madre, Yada se encarga de fortalecer su legado y centrar sus esfuerzos en acabar con la maldición de Caronte, convencida de que solo así las terras más rebeldes aceptarán doblegarse al dominio ántico.
Las legiones se mantienen fuertes, pero Yada le concede una mayor relevancia a las Aes sobre las Áureas. Mantener contentas a la terras sometidas se convierte en una misión primordial para ella. Evitar revueltas, fortalecer el Imperio que existe como tal en ese momento en la firme convicción de que solo así los subordinados se convertirán en potenciales aliados y segura de que, desde ese prisma, las invasiones venideras de otras terras resultarán más factibles.
Yada contrae matrimonio con Yanklus Ginnos, una fría relación que da mucho de qué hablar en el Imperio por las supuestas infidelidades del esposo de la emperatriz. Pese a todo, junto a él da a luz a dos vástagos: Urma e Ilray.
Yada deja el trono a los 58 años con unas sensaciones de contraste. Ha mantenido la grandeza ántica que su madre le legó, pero no ha sido capaz de acabar con la maldición del barquero ni ha sumado nuevas terras a las conquistas de la suya propia.
Los motivos por lo que renuncia al trono en favor de su hija Urma son muchos y confusos.